El objetivo de este grupo de trabajo es establecer el marco de referencia a utilizar para medir la vulnerabilidad en infraestructura básica en una comunidad. Es decir, el conocer las comunidades en Puerto Rico que tienen la mayor cantidad de interrupciones de servicio eléctrico, tienen problemas de agua potable o pobre señal de internet. También, quisiéramos conocer los retos asociados con la accesibilidad a vías principales, las opciones de transporte público y el nivel de movilidad de los residentes. De esa manera, podríamos identificar comunidades sin transporte público con alta proporción de residentes sin automóvil, comunidades alejadas a servicios básicos o comunidades que son vulnerables a accidentes dada la condición de sus carreteras y aceras.
En fin, son muchas las variables a considerar para realizar un análisis completo de vulnerabilidad en infraestructura básica en una comunidad. Por esa razón, convocamos un grupo diverso de agencias de gobierno y entidades sin fines de lucro para atender el tema.
En la primera reunión del grupo de infraestructura contamos con la participación del Departamento de la Vivienda, Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Sociedad de Planificadores de Puerto Rico, Escuela Graduada de Planificación de la Universidad de Puerto Rico y la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Lo primero que hicimos fue validar las siguientes subáreas de enfoque dentro del área de Infraestructura para analizar vulnerabilidad en una comunidad: (a) Transporte/Movilidad, (b) Energía, (c) Agua, (d) Telecomunicaciones. Hubo consenso en el grupo que faltaba un área importante, el sistema pluvial o de drenaje en una comunidad. La infraestructura pluvial o de drenaje (alcantarillados, cunetones, tubería pluvial) incide sobre la vulnerabilidad de una comunidad a inundaciones y problemas con la calidad de agua. Luego de una discusión sobre el tema, notamos que existen unos restos de gobernanza en el diseño y mantenimiento de estos sistemas. La Junta de Planificación (JP) es quien aprueba los diseños, pero quienes los construyen y los mantienen son los municipios. Sin embargo, luego de que la JP aprueba el diseño, es muy poco el monitoreo que hace la agencia. Afortunadamente, la EPA monitorea los sistemas de drenaje en los cascos urbanos y tiene información sobre su estado de la mayoría de los municipios. Sin embargo, para el área rural no hay una fuente de información centralizada sobre el estado de estos sistemas. Para obtener esta información habría que ir directamente a los municipios, lo que representa un reto para la recopilación de información.
En relación al transporte/movilidad, el DTOP indicó que realizan estudios de incidencia de accidentes automovilísticos y ciclísticos en Puerto Rico. Se le preguntó si la información está a nivel isla, el nivel de granularidad y la frecuencia. El DTOP quedó en compartir algunos archivos para poder indagar sobre el tipo de análisis que pudiera hacerse para identificar las áreas geográficas más vulnerables en estos temas. En la discusión surgió un reto de alance, ya que DTOP solo puede proveer información completa de las carreteras estatales. La información de las carreteras rurales depende mucho de los municipios y el catastro de CRIM. Finalmente, el DTOP indicó que trabaja muchos informes para el Federal Highway Administration, los cuales tienen mucha información sobre movilidad y transporte. Sus representantes se comprometieron a compartir los datos con la Fundación.
En el tema de agua, los representantes de AAA informaron sus procesos de recopilación de datos para medir la calidad del agua potable. La AAA toma unas muestras en las plantas de tratamiento y mide el cumplimiento con los estándares establecidos por la EPA y la Junta de Calidad Ambiental (bacteriología y patógenos). Se le pidió a la Autoridad datos históricos para identificar tendencias en plantas y áreas de servicio. También se le solicitó datos históricos de los índices de calidad de agua que calculan anualmente por área de servicio, acompañados de la metodología que usan para hacer dichos cálculos. Al final, queremos ver si hay una varianza en calidad de agua a nivel geográfico. En esa misma línea, solicitamos a los representantes de la AAA información de los “impairments” en los cuerpos de agua asociados con las plantas de tratamiento.
Finalmente, tratamos de tener una conversación sobre energía y telecomunicaciones, pero los representantes de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y la Junta de Telecomunicaciones, no estaban presentes en la reunión. Sin embargo, hablamos de nuestro interés de identificar áreas geográficas vulnerables a averías e interrupciones de servicio. Según algunos de los presentes, AEE no tiene las líneas de trasmisión conectadas a un sistema de información GIS, ya que las averías y problemas de servicio se manejan a través del centro de llamadas. De no haber información geolocalizada sobre las averías, estaríamos solicitando información del centro de llamadas de la AEE. Al final del día, si la corporación pública tiene indicadores de desempeño para todo el sistema, vamos a querer segregar los mismos al nivel más granular posible. En un sistema tan grande y complejo, los problemas no deben analizarse a nivel agregado. Tendremos muchas preguntas para la AEE en nuestra próxima reunión de trabajo.